Calafate. En el Parque Nacional de los Glaciares (II)

Dos cosas recomiendo hacer cuando el viajero visita esta parte del mundo; Por un lado, disfrutar de la maravillosa gastronomía que te ofrece la ciudad del Calafate con su más que variada oferta de restaurantes, parillas o pizzerías, en cuyo caso les remito al post anterior a este que ahora escribo.

Navegando por el Lago Argentino

En segundo lugar, visitar el Parque Nacional de los Glaciares, objeto mismo de la actual entrada.
Abarca unos 6000 Kilómetros cuadrados de superficie y está ubicado al sudoeste de la provincia Argentina de Santa Cruz, en la zona de los lagos Viedma y Argentino, limitada a su izquierda por la inmensa mole de hielo continental sur y acotada en su vertiente oeste por el Fitz Roy y el cerro Stokes.
Desde la puerta de nuestro fabuloso Hotel Alto Calafate, una van nos recoge temprano en la mañana para trasladarnos por la Carretera Nacional unos 50 kilómetros hasta la entrada a Puerto Bandera donde tomaremos  un catamarán para navegar a lo largo del brazo norte del Lago Argentino hasta las inmediaciones del Glaciar Upsala, el glaciar continental más grande del mundo con paredes de hielo que alcanzan los ochenta metros de altura. Esta es la única manera de acceder a las paredes de este gigantesco glaciar cuya altura es superior a la del Perito Moreno. Tuvimos la oportunidad de navegar entre sus témpanos y observar el desprendimiento de las paredes de hielo de su frente, un espectáculo asombroso e inolvidable.

Navegando entre los témpanos del Upsala

Hielo desprendido del Upsala

Tras un largo rato contemplando la impresionante vista de este coloso de hielo, continuamos nuestra navegación a través del Canal Spegazzini, pasando por el Glaciar Seco hasta llegar a la pared del Spegazzini, la más alta de todas. Era sobrecogedor estar tan cerca de esa inmensa lengua adentrándose en el helado lago desde lo más profundo de las montañas.

Glaciar Spegazzini

Nuestra navegación continuó hasta la bahía Onelli, punto en el que desembarcamos para iniciar una caminata de un par de kilómetros por el bosque andino patagónico hasta llegar a la Laguna Onelli, lugar donde confluyen las lenguas de tres glaciares menores, el Agassiz, el Bolados y el Onelli. Este punto fue el lugar elegido para una comida campestre de lo más agradable. 

- Admiren señores las vistas de este lugar -

Bahía Onelli

Tras una bonita sobremesa en la que no pudimos ni un segundo apartar los ojos del agua, volvimos sobre nuestros pasos para desembarcar de nuevo en Puerto Bandera, donde pondríamos rumbo de nuevo hacia la ciudad del Calafate para descansar, entre vinos y carnes del lugar, de esta fantástica jornada de naturaleza.