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jueves, 1 de diciembre de 2011

Koh Phi Phi

Al final de la playa de Kata Beach hay un restaurante con las mesas situadas en un mirador a la orilla de la playa, allí comimos uno de los días que pasamos en Kata, se come muy bien y a buen precio. Justo a la espalda hay una pequeña agencia donde te ofrecen las más usuales visitas por esta zona y también puedes comprar el ticket para el ferry hacia Phi phi, Krabi o Railay. Nosotros pillamos el ticket para ir a Phi Phi.

A las 7:10 horas de la mañana, la misma empresa que nos vendió el ticket se encarga de recogernos y nos lleva  hasta el Sea Angel Pier en  Puhket,  desde donde sale nuestro ferry que en dos horas nos deja en el Tonsay pier en Koh Phi phi, el precio es de 480 baths.

Sobre las 10:30 estamos arribando en el puerto de la isla. No había mucha gente, pues llegamos en el primer ferry de la mañana. Nos bajamos del barco e iniciamos la búsqueda de habitación de hotel. 


Primero nos fuimos hacia la izquierda, pues había una zona de bungalows que tenía buena pinta, aunque un poco cara, allí conocimos a un chaval australiano que se había ido allí a pasar un tiempo y trabajaba para una empresa de la zona que hacía una excursión bastante interesante "Maya bay camping", te recogían por la tarde en la isla y te llevaban a Maya Bay donde se cenaba a la luz de la luna en la orilla de la playa, y se hacía noche en sacos de dormir. Después de ver el amanecer, te devolvían a la isla.... En el próximo viaje cae esta excursión.

Seguimos buscando por el centro de la isla y encontramos un hotelito con una habitación con baño y aire acondicionado por 1000 baths la noche, decidimos quedarnos en ella.


Koh Phi Phi es la isla del mochilero, me recuerda a Morro de Sao Paulo en Brasil, pero más grande y masificada, y eso que es temporada baja. La isla está distribuída entre dos playas, Tonsai bay y Lo Dalum bay, y entre medias de las dos todo un entresijo de calles en las que te puedes encontrar de todo, bares buenísimos para comer de todos los estilos de comida, italianos, steak house, comida tailandesa, japonseses..... está infestado de centros de buceo en los que te ofrecen las salidas a los arrecifes de la zona o sacar el Padi de rigor, oficinas para los turistas donde te ofertan visitas a la isla, bañarte con delfines,... ah, y había una empresa de escalada que te llevaba a hacer vías sencillas por la isla. Nosotros nos decantamos por hacer una visita en bote a los cuatro puntos cuatro principales de la isla y Maya Bay, ya sabéis la playa de la peli de Leonardo Di Caprio. Pagamos 200 baths por cabeza y la excursión en sí no pudo ser más cutre, pero que queremos por 5 euros. Para mí Phi Phi tiene los paisajes de lo más impresionantes que he visto pero la manera de explotar todo aquello es indiscriminada, la manera en que se acina al visitante, sea turista o viajero aquí da igual, hace que pierda mucho de su encanto, no obstante cuando nos fuimos de allí, ya queríamos volver, el lugar tiene una belleza impresionante.

 Típico bote donde se hacen las excursiones en la isla, van tirados por viejos motores Renault.


 Vista de las barcas desde mi bote


Tonsai Bay



 Zona para hacer Snorkel y baño durante la salida en bote

La parte más bonita de nuestra salida en bote fue Maya Bay indudablemente, aunque también la más peligrosa pues la entrada entre los acantilados a las escaleras que dan a la playa es bastante peligrosa si hay oleaje como así fue. Cuando por fin subes la escalera, llegas a un sendero que te lleva hasta la playa por la selva y al llegar ves esa maravillosa vista, lástima que el día no acompañaba demasiado, olas y viento que le quitaron un poco de encanto, en fin.... habrá que volver.


Terminada la excursión nos vamos al hotel a pegarnos una duchita y cambiarnos para cenar. Toca Japonés a la luz de la luna y oyendo las olas del mar. Cenamos una brocheta de pescado y verdura y un arroz de los mejores que he probado. La cerveza...... pequeña para tanta sed.

Tras la cena, nos vamos de fiesta a la orilla de Lo Dalum. Está llena de baretos tipo Ibiza o Morro de Sao Paulo, con espectáculo de fuegos en la arena y en los que hay tumbonas alrededor de hogueras en la misma orilla. Te tumbas en ellas y solamente hay que esperar que te traigan el mojito.

Un buen final para un bonito día.

El día siguiente lo dedicamos a pasear por las calles de la isla, a comprar algún colgante y camisetica conmemorativa de "yo estuve aquí", a bañarnos en la playa y a comer en el sitio más chulo que encontrásemos.


Bonita vista para comer


Embarcadero en Lo dalum bay

Ya por la tarde, cogimos de nuevo el ferry hacia Puhket y tuvimos un viaje de vuelta de lo más movidito.

Esa noche decidimos darnos un homenaje por lo bien que lo estábamos haciendo todo y nos fuimos de nuevo en Kata a buscar Taina Road, una calle de las principales y muy cercana al hotel, en la que habíamos visto un restaurante italiano que pintaba muy bien en Internet, Tagliata di Máximo", el cual cumplió con creces todas nuestras expectativas y al que al acabar le echamos nuestra famosa bendición "Aquí hay que volver".
Acabamos el día con un paseo nocturno por Kata, volviendo en tuk tuk al hotel.



2 comentarios:

  1. preciosas imagenes de uno de los lugares mas bellos de Tailandia pero por desgracia que mas aglomeraciones recibe...
    un abrazo

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  2. Lo único que mola más que las imágenes es saber que las disfrutariais como merecen. Esa cara tras la cerve me suena. De escándalo el blog.
    Saludotes

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