Desde allí emprendimos camino por South bridge road hacia Chinatown.
Aproximadamente unos cinco minutos de tranquilo paseo y estábamos en pagoda road. Estuvimos paseando por Temple St y Smith St, llenas de tiendas de souvenirs y puestos de comida en la calle.
Visitamos el templo hindú Sri Mariamman y el templo del diente de buda (Budha tooth Temple) en el que pudimos disfrutar de una bonita ceremonia instruida por un grupo de monjes.
Tomando la calle Club street hasta el final se llega a Cross street donde comienza la zona financiera, fácilmente reconocible por los edificios elevados, y en poco mas de cinco minutos, te plantas en el inicio del paseo de marina bay.
Lo primero que se ve al llegar es el impresionante Hotel Marina Bay con su forma de barco, y junto a él, a su izquierda, el museo de la ciencia en forma de flor de loto. Un poco más allá el Flyer, similar al London Eye pero de más embergadura, y algo más alejado pero en la misma orilla, el Esplanade Park, con el Teatro con forma de durian, la fruta por excelencia de Asia, y el centro comercial.
Caminando por el margen izquierdo del río Singapur, y teniendo enfrente todo el tiempo el Marina Bay Hotel, llegamos al Merlion Park para ver el que e símbolo de la ciudad, el León, que en esta ocasión se encontraba "de vacaciones".
Desde el Merlion Park cruzamos el puente elevado sobre el río y caminamos a lo largo del Esplanade Park hasta el Mall donde comimos en la zona de restaurantes.
Tras la comida, seguimos caminando por la el paseo marítimo hasta el Flyer, pero decidimos no subir en esta ocasión pues el calor y el sol eran de verdadera justicia. Lo que si hicimos es comer un par de jugosas brochetas de fruta en el Juiceland que había justo al lado de la cabina de tickets del Flyer. Después de esto, al hotel en el MRT y un "nos lo merecemos" en la piscina.
Un par de horas después,y ya muy relajados, tomamos el metro hasta Orchard Road, una larga avenida repleta de más de cincuenta centros comerciales uno a continuación del otro, y donde podemos admirar los más lujosos hoteles de Singapur como el Hilton o el Marriot. Pateamos la calle de arriba a abajo y merendamos en las increíbles panaderías que encontramos por el camino. Los Food Court de los centros comerciales es un lugar muy bueno para comer barato y de calidad, con todo tipo de comidas a elegir al gusto.
Esa noche teníamos reserva en el Jumbo Seafood de Clarke Quay a las nueve, de modo que, tras haber pasado por el Visitors Centre que hay a mitad de Orchard y cuyo luminoso es imposible de no ver, nos encaminamos hacia allí.
La especialidad del lugar es el cangrejo con Chile chilli crab, y esa fue nuestra elección además del black pepper crab que estaba también delicioso. Fueron necesarias un par de Tiger para quitarnos el fuego de la boca, pero tras recuperar nuestro paladar, nuestras primeras palabras agradecieron este homenaje para empezar esta ruta.
A la cama temprano, pues a las nueve de la mañana volábamos con Air Asia (bendita seas), rumbo a la isla de Bali.
El metro en Singapur inicia sus trayectos sobre las seis de la mañana. En aproximadamente cincuenta minutos llegamos al aeropuerto desde el Fragance-Riverside, sinceramente este hotel es bastante recomendable en cuanto a situación y relación calidad / precio según lo que se paga por los hoteles aquí.
En estos instantes estamos en pleno y turbulento vuelo a Bali, pensando en las cosas que haremos al llegar a Ubud. Dejamos aparcada Singapur hasta la vuelta de Indonesia.
Bali, vamos pa ya!!!
-- Julián Castillo
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