Durante toda la noche, se podían avistar a la izquierda las luces de las plataformas petrolíferas de esta área del Golfo Pérsico.
Abu Dhabi debe su riqueza en un 90% al petróleo, no siendo así en Dubai, en la que podemos establecer, según testimonios locales, unas ganancias procedentes del petróleo de solamente el 8%, es por esto que Dubai está mucho más desarrollada en cuanto a posibilidades de turismo que Abu Dhabi, pues en el caso de Dubai, el grueso de su riqueza proviene de esta oferta turística.
Esta vez la visita era sencilla, aquí los taxistas tienen meter y los precios son bajos, por lo tanto no es necesario regatear, simplemente vas cogiendo taxis a lo largo de los puntos que quieres visitar.
Después del desayuno, recogimos a nuestros compañeros de viaje en esta jornada, Carlos y Mariní y desembarcamos. El shutter bus de Costa nos llevó fuera del puerto, pues no se puede caminar en la zona portuaria y hay que salir de esta manera.
El shutter nos dejó en una parada donde los taxístas, hábidos de negocio con los turistas, se nos lanzaron como leones a por su presa. Intentaron convencernos de que había que pactar un precio por un recorrido a la carta, pero eso no nos convenció en absoluto y, decidimos salir de allí hasta la carretera y parar un taxi en la misma. No hubo más problema.
Este primer taxi nos llevó a la zona del Heritage Village, pasando primero por un centro comercial situado entre la Heritage y el hotel Emirates, desde el que había una torre donde se podía disfrutar de una panorámica de la ciudad. Subimos arriba, hasta una cafetería que había en la última planta y desde allí estuvimos haciendo fotos y hablando por wifi con nuestras familias, que aún no tenían noticias nuestras.
Puerto junto al Heritage Villaje |
Vistas desde la torre del centro comercial |
Desde el Heritage |
Desde allí nos dirigimos andando hacia el Heritage, pasando primero por la zona portuaria de salida de la Volvo Ocean Race, que unos días antes había dado comienzo aquí en Abu Dhabi. Todavía estaban los equipos desmontado todo el tinglado.
Caminando por un paseo a lo largo de este puerto llegamos a la Heritage Village, era una zona con pequeños puestos de souvenirs y con una reproducción de cómo se vivía antiguamente en esta zona, había casas típicas hechas con piedras y paja en los techos, jaimas del desierto, una reproducción de un pozo y, hasta un pequeño oasis.
Por la parte de atrás daba a una playa con un agua totalmente crsitalina y desde la que se tenía una panorámica del Sky de Abu Dhabi y una visión general de la zona del Emirates, con las torres en construcción junto a este hotel.
Con el Emirates Hotel al fondo |
Tras pasar un rato disfrutando de esta playita, nos fuimos andando hasta el Emirates que estaba como a una media hora de camino. Nos plantamos en la puerta pero la seguridad del hotel nos impidió siquiera tomar una buena fotografía, así que nos fuimos por donde habíamos venido.
Obreros pakistaníes para construir Abu Dhabi |
Emirates Hotel |
Un segundo taxi nos aproximó esta vez a la Gran Mezquita de Abu Dhabi, nos quedamos sin palabras. Recordaba de alguna manera a las imágenes que todos hemos visto del Taj Majal, muy, muy impresionante.
Era curioso la rigidez con que nos obligaban a los hombres a pasar por unos lugares y a las mujeres por otros distintos, además todas ellas debían taparse de arriba a abajo con telas negras que ellos mismos te entregaban. Los hombres, pantalón largo y camiseta hasta el codo, nada de tirantes.
La gran Mezquita está abierta todo el día, los únicos momentos en que no se puede pasar es en los ratos de oración.
Columnas en la Gran Mezquita |
Sala interior de la Gran Mezquita |
Tras haber contemplado uno de los monumentos modernos más bonitos que me he encontrado en tiempo, nos movimos vía taxi de nuevo a la zona del centro de la ciudad, donde estaban los altos edificios de la zona comercial pero, una vez allí, nos dimos cuenta de que había poco que inspeccionar. Oficinas y comercios sin mucho interés y, de paso nos fuimos haciendo a la idea de la megalópolis que nos íbamos a encontrar en Dubai, pues andando no llegábamos a ningún lado.
Dimos así por terminada nuestra visita a esta ciudad y volvimos al barco a disfrutar de una comida en el restaurante "Duque de Orleans" del puente cuatro en nuestro flamante barco, donde se comía fantásticamente a la carta, y de una tarde de piscina y spa con un sol y temperatura tan primaverales que animaban a ello.
Centro de Abu Dhabi |
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