Nuestro coche llegó a las ocho pero nuestro simpático chofer recuperó la hora de retraso en la carretera hacia el puerto, por poco nos mata pero.....ooooooommmmmmm meditación no pasa nada, además nos hubiésemos reencarnado en algo mejor (como un político o algo así, jeje).
En la entrada al muelle estaba la agencia Marina Skimandi donde pagamos nuestro pasaje en el barco y a eso de las diez, zarpamos rumbo a las Gili.
La compañía del ferry nos la recomendó Wayan, el precio no es barato, cerca de setenta euros por cabeza, pero te recogen en el hotel, el barco solamente tarda una hora y poco en llegar, y a la vuelta te dejan en tu hotel, comparando este precio con otras posiblidades que incluían buscar taxi para llegar y volver, viaje de cuatro horas a las islas, etc... Preferimos la primera opción, no había al final demasiada diferencia.
Las Gili son un grupo de pequeñas islas a cinco minutos de Lombok. Son cuatro islas nombradas de menor a mayor como Gili Meno, Gili Air, Gili Trawangan y Gili pollas.....un francés que hay aquí a mi lado......jeje.
Al cabo de una hora y cuarto estábamos atracando en la arena de la isla. Con sólo poner pie en tierra, nuestra sensación fue...es como las Phi Phi. En efecto, es la sensación que te da al iniciar camino hacia el hotel, una única calle principal de arena con tiendidas a los lados donde vende absolutamente de todo, desde los típicos collares y pulseras, pasando por toda la colección de ropa hippie y complementos, tiendas de camisetas, pequeños mini mercados que tienen todo lo necesario para pasar unos días de playa y festival nocturno y, como no, doscientos cincuenta mil centros de buceo de todas las nacionalidades del mundo.
Este camino va bordeando la isla en paralelo a la orilla, de manera que el una hora más o menos le das la vuelta. Los hoteles están situados principalmente en la zona sureste, dejando algunos Resorts aislados en la zona oeste, desde los cuales puedes contemplar unas preciosas puestas de sol.
Llegamos nuestro hotel en unos cinco minutos caminando desde la parada del fast boat. El Tir Na Nog se encuentra en la parte principal de la isla, en el punto de más concentración de visitantes y rodeada de bares y restaurantes donde comer o cenar a la luz de las velas y tomar una copa después. En concreto en nuestro hotel hay una cafetería que hace las veces de restaurante y taberna irlandesa según la hora. Hay una BBQ estupenda y por mi parte recomiendo las brochetas de ternera con miel o las de atún y vegetales, geniales.
La piscina está bastante bien y no hay apenas gente, es el lugar idóneo para pasar un rato de tranquilo escribiendo un poco o leyendo los mails.
Estos días aquí hemos seguido más o menos la misma rutina. Nos levantamos a eso de las ocho, bajamos a desayunar a la cafetería, desde la que a esta hora la luz de la mañana da un color especial al agua y se pueden admirar unas preciosas estampas de la costa, con la isla de Lombok y su volcán Rinjani al fondo.
Después del desayuno, preparamos nuestro equipo de batalla playero y caminamos unos diez minutos hasta la zona de los atraques de la isla donde se encuentra una cafetería llamada Egoiste que tiene unas camitas en la orilla de la playa, justo enfrente de una zona de snorkel que no está mal, y allí pasamos buena parte de la jornada. El primer día comimos aquí muy bien y barato y pasamos prácticamente todo el día. Cuando pedimos la cuenta para marchar de nuevo a hotel, comprobamos que toda la jornada de playa nos había salido por unos quince euros en total....Intenta hacer lo mismo en España......
Hoy hemos decidido dejar el Egoiste a la hora de comer y desde allí hemos caminado hasta el Coral Beach un Restaurante Pizzería a la orilla del mar donde comimos también fantástico, no dejéis de probar el pancake de azúcar y limón...... No diré más.
Desde allí seguimos rumbo hacia el oeste de la isla en busca de una zona de playa donde no hubiese nadie, justo al pasar el Alam Gili, un Resort de la zona. Habíamos leído en los foros que el mejor snorkel de la isla es en ese lugar. Después de un rato a la sombra de un árbol en la orilla, decidimos meternos en el agua a bucear un rato. Era como si estuviésemos metidos en una pecera. El suelo era un tapiz de corales, y con el agua por la cintura estábamos ya completamente rodeados de peces de todos los colores y tamaños. Una barracuda de algo más de un metro nos observaba desde cerca en lo que parecía marcar su territorio.
Algo más tarde y aprovechando que estábamos al oeste de la isla, pensamos en quedarnos a esperar hasta ver la puesta de sol. Nos dirigimos hasta unas tumbonas que había en un solarium pertenecientes a un hotel que hay junto al Villa Julius Resort, preguntamos si podíamos quedarnos allí y para ello pedimos un par de bebidas. Estuvimos el resto de la tarde contemplando esta magnifica estampa.
Ya anocheciendo emprendimos el regreso a nuestro hotel, camino que nos llevaría algo más de media hora.
Si tengo ahora que recomendar algún lugar donde comer bien para que quien esté pensando en venir por aquí lo pueda aprovechar, diré que no hay uno u otro, en todos se come estupendamente y a precios asequibles, algunos de estos locales tienen mas fama pero en general en todos hay buenas barbacoas de pescados y verduras fresquisimos, cocina tradicional balinesa, pizzerías con hornos de leña, puestos de zumos de frutas hechos en el instante, etc.... No es fácil repetir el lugar donde pararte a comer , te gustaría volver a hacerlo en el mismo lugar del dia anterior, pero te da pena no probar otros......¿vaya dilema verdad?.....éste es sin duda para mi uno de los encantos de esta isla.
Anoche fue Miércoles, lo se no por el reloj, que no llevo desde que llegué a Singapur, sino porque los Miércoles por la noche se reúne toda la gente de la isla en la taberna de nuestro hotel y hay dj's y fiesta desde las diez de la noche y hasta el amanecer. Aún así, es tal el estado de relajación que ahora mismo tenemos que dormí de un tirón hasta casi las nueve de la mañana.... Y pensar que en casa había veces en que me molestaba que el vecino tirara de la cadena de noche.......cambia el tema ¿Verdad?
Jueves por la mañana y nueva jornada de playa, en poco más de una hora desde que nos levantamos estábamos hundidos en las camas balinesas del Egoiste. Tengo que decir que este día llegaron algunas noticias algo inquietantes de casa, problemas con los puñeteros recortes en educación, pero gracias a mi hermano pequeñín, a mi querida ex jefa, y a una infiltrada que tengo en la delegación y que quiero mucho, me mantuvieron al corriente de todo...... A la vuelta creo que tendré que pagar algunas cervezas con todo el gusto del mundo. Superado este tema, seguimos con nuestro descanso dominical por tierras indonesias, este era el último día en Gili Trawangan.
El Viernes por la mañana, después del desayuno en el Hotel, volvimos a empaquetar nuestras pertenencias y pusimos rumbo de nuevo a Bali.
Una furgoneta nos esperaban en Padang Bay para llevarnos hasta Seminyak, nuestro destino elegido para dormir esa noche y salir al día siguiente por la tarde con destino de nuevo a Singapur.
El hotel que habíamos elegido en este caso se encontraba entre la zona de Kuta y Seminyak, concretamente en la calle Jalan Arjuna, de nombre Hotel Umadasa.
En realidad no es un hotel, es una casa grande con cinco habitaciones, en una de ellas vive la familia que lo regenta, y el resto se alquilan como un hotel. Tienen todas las comodidades, aire acondicionado, cuarto de baño completo, una terraza, nevera con bebidas y tele de pantalla plana por cable, aunque solamente se ve la versión cutre del "sálvame" en indonesio.
Hay al entrar un pequeño jardín con una pequeña piscina, todo muy acogedor, y la joven encargada es una delicia de persona.
Llegamos aquí sobre las cuatro. Tras un rato de descanso salimos a conocer brevemente la zona de Seminyak y nos quedamos bastante sorprendidos, pensábamos que iba a ser un estilo a Sanur, que no nos gustó demasiado, por el contrario es mucho más grande y con muchísima vida. Las calles están repletas de tiendas que parecen sacadas del mismo Soho de Nueva York, y todo eso entre preciosos restaurantes decorados con todo lujo de detalles donde poder probar todo tipo de comidas.
Esta noche hemos elegido para cenar el Restaurante Pizzería Último, muy recomendado en los foros y que no nos ha defraudado en lo más mínimo. Cocina buena de verdad,cambiante de lo más moderno e internacional y cena a la luz de las velas, con música en directo y un gran servicio.... Todo por veinte euros en total. Buen homenaje, ya que no habíamos comido.
Mañana por la tarde partiremos de nuevo a Singapur a pasar un par de días más por allí. Hasta entonces se despide.
--Julián Castillo
Ubicación:Gili Trawagan
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