Durante el verano del año 2012, en los días finales de nuestro recorrido por Tailandia, fuimos a parar a una pequeña isla en el golfo del este del país. Era la más pequeña y la más al norte de un grupo de tres islas pertenecientes a la provincia de Surat Thani.
Ya desde el mismo ferry se advertía la belleza salvaje del lugar, una costa salpicada de pequeñas calas de arena todas ellas por descubrir y bosques de gran espesura que daban un aspecto duro y salvaje a todo el interior. Arriba en lo alto, entre el espeso manto verde, emergían desde diferentes puntos elevadas y verticales moles de granito de caprichosas formas. En la orilla, esos gigantes de piedra se agolpaban hasta adentrarse en el mar sirviendo además de frontera divisoria entre las diferentes calas de la isla. Fue en ese momento, aún sin bajarnos del barco, cuando nos enamoramos de Koh Tao. Es muy probable que el recuerdo de esa primera imagen nos haya traído de nuevo, un año más tarde, hasta este lugar.
Ya desde el mismo ferry se advertía la belleza salvaje del lugar, una costa salpicada de pequeñas calas de arena todas ellas por descubrir y bosques de gran espesura que daban un aspecto duro y salvaje a todo el interior. Arriba en lo alto, entre el espeso manto verde, emergían desde diferentes puntos elevadas y verticales moles de granito de caprichosas formas. En la orilla, esos gigantes de piedra se agolpaban hasta adentrarse en el mar sirviendo además de frontera divisoria entre las diferentes calas de la isla. Fue en ese momento, aún sin bajarnos del barco, cuando nos enamoramos de Koh Tao. Es muy probable que el recuerdo de esa primera imagen nos haya traído de nuevo, un año más tarde, hasta este lugar.
Vista de Tanote Bay desde uno de los miradores de la isla |
El ferry desde Koh Phangan iba repleto por lo que imaginamos encontrar en el puerto de Mae Haad la misma locura del verano anterior, algo en lo que afortunadamente nos equivocamos, había gente si, pero nada que ver con aquellos días de finales de Agosto. Bajamos del ferry de manera mucho más relajada y nos dejamos incluso llevar por una joven thai que nos buscó un taxi hasta nuestro hotel en Sairee al consabido precio de 150 baths (unos 3 euros).
El pequeño puerto de entrada de los ferrys de Lomprayah a la isla |
Después de unos primeros días en la isla dedicados únicamente al disfrute de los paseos por la orilla de la playa, a la gastronomía del lugar y a las estupendas puestas de sol de Sairee, llegaba el ansiado momento que habíamos venido a buscar hasta aquí, bucear con El Brujo.
Si por algo es conocida Koh Tao es por la posibilidad de obtener la titulación de buceo a un precio genial en un lugar paradisiaco y con la posibilidad de alojamiento básico incluido dentro del precio, algo sin duda que llama mucho la atención a gentes de todo el mundo y que es el motivo principal para visitar esta isla durante unos días. Para mí, que soy buceador certificado desde hace ya muchos años y para Eva, que ni siquiera bucea, queríamos solamente vivir la experiencia de la isla, exprimirla durante un buen puñado de días hasta hacerla nuestra y buscar todas las posibilidades que sin duda nos ofreció aparte, cómo no, de bucear en bellos arrecifes de coral y, con un poco de suerte ver al tiburón ballena.
Durante el invierno nos pusimos en contacto con los chicos de IHASIA, capitaneados por un personaje singular conocido como El Brujo, un excelente anfitrión y ahora ya buen amigo al que sin duda volveremos pronto a visitar.
Charlando con El Brujo |
IHASIA Diving Center en Chalok Baan Kao |
La playa de Chalok Baan Kao con el centro de buceo al fondo |
Esa semana fue de las mejores que he pasado ahí afuera. A las seis de la mañana cogía mi moto y conducía desde el hotel en Sairee hasta Chalok Baan Kao para preparar junto al resto de buceadores e instructores todo el material de la salida de buceo y marchar en un pequeño bote hasta nuestro barco.
Después de las inmersiones, sobre las 12 de la mañana, regresaba de nuevo a Sairee a buscar a Eva que me esperaba en la piscina o a la orilla de la playa decidiendo qué nuevo rincón de la isla explorar. Cada noche nos íbamos a la cama con la sensación de haber pasado un día difícilmente igualable, pero un nuevo amanecer daba paso a un nuevo día que parecía siempre superar al anterior.
Una pasada de lugar, sin duda!! Me han hablado muy bien de este centro de buceo así que algún pasamos por Koh Tao, no dudaremos en ir en su busca.... Saludos
ResponderEliminarQue casualidad que hayas publicado esta entrada justo en el momento en el que buscaba información sobre Koh Tao.
ResponderEliminarUn saludo.
Recomendable cien por cien, Fran. No te arrepentirás de visitar la isla y si buceas, nadie mejor que los chavales de IHASIA. Un saludo.
ResponderEliminarHola María, esta es sólo una de las entradas que quiero publicar sobre los días que estuvimos en Koh Tao, si tienes pensado ir por allí no dudes en pedirme cualquier tipo de información que te pueda ayudar. Un saludo.
ResponderEliminarBuena info Julián, igual al final me decido y por fin acabo metiéndome en el tema del buceo (ya sabes que yo soy más de montaña, la cabra tira pal monte)
ResponderEliminarEs que tiene delito vivir en Tailandia y no haber buceado nunca... jeje
Un abrazo y espero ansioso nuevos posts sobre Koh Tao